El Boreout es un fenómeno psicosocial relativamente nuevo, que ha comenzado a ganar atención en las últimas dos décadas, especialmente en el contexto de trabajos modernos con rutinas automatizadas, escasa carga laboral o tareas poco significativas.
Aunque no se encuentra aún en los manuales diagnósticos como el DSM-5 o la CIE-11, el Boreout ha sido identificado por psicólogos organizacionales como una problemática emergente que afecta la salud mental de los trabajadores, con consecuencias similares a las del conocido Burnout, pero por causas completamente distintas.
Las personas que experimentan Boreout pueden presentar síntomas tanto emocionales como físicos, entre ellos:
- Aburrimiento constante durante la jornada laboral.
- Sensación de vacío o inutilidad profesional.
- Falta de motivación, incluso en actividades cotidianas fuera del trabajo.
- Irritabilidad, fatiga emocional o dificultad para concentrarse.
- Apatía y tristeza, sin una causa aparente.
En casos prolongados, puede derivar en síntomas depresivos y trastornos de ansiedad.
Prevenir este síndrome implica una responsabilidad compartida entre el trabajador y la organización.
Algunas estrategias eficaces incluyen:
A nivel organizacional:
- Promover la rotación de tareas y la innovación.
- Fomentar un liderazgo participativo y comunicativo.
- Implementar espacios de diálogo para identificar talentos desaprovechados.
- Incentivar el aprendizaje continuo y el crecimiento profesional.
- Ofrecer retos moderados y tareas alineadas a los intereses de cada colaborador.
A nivel individual:
- Comunicar de forma proactiva el deseo de asumir nuevos retos o responsabilidades.
- Buscar formación adicional para enriquecer el perfil laboral.
- Reflexionar sobre el propósito personal y profesional.
- Practicar actividades fuera del trabajo que fortalezcan la autoestima y la creatividad.
- Considerar un cambio laboral si el entorno es rígido o desmotivador a largo plazo.
Y aunque se crea que no tener nada que hacer en el día, es un trabajo soñado, la realidad es que “No siempre el exceso agota, a veces el vacío también desgasta.”
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